«—Sin embargo— dijo el Espantapájaros —Yo pediré un cerebro en lugar de un corazón, pues un tonto sin cerebro no sabría qué hacer con un corazón si tuviera uno—.
—Yo tomaré el corazón— Respondió el hombre de hojalata, porque el cerebro no le hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo».
– L. Frank Baum, El mago de Oz