Carpe Diem Aprovecha el Día.
Justo ahora que vivimos tiempos que nos representan importantes retos, más que nunca se vuelve de primera importancia que nos incitemos a sacar el mayor provecho de cada día que vivimos, por supuesto sin el fatalismo de pensar que pudiera ser el último, simplemente por el placer de gozar la vida y de aprovechar al máximo nuestro paso por ella.
En su obra maestra, Walt Whitman, nos presenta párrafos como el siguiente:
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes, huye…
El silencio con frecuencia tiende a aislarnos, a poner una distancia con quienes apreciamos o amamos, en la que se rompen puentes y se establecen separaciones que con frecuencia no tienen punto de retorno. Dialogar nos acerca, ayuda a dirimir diferencias y elimina malas interpretaciones. Hagamos un uso moderado del silencio, pero que no sea nuestra divisa de vida, finalmente nos integramos en la medida en que hacemos un uso asertivo de la comunicación.
“Yo emito mi alarido por los tejados de este mundo”, dice el poeta; valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía sobre las pequeñas cosas.
La verdadera belleza se aprecia más a fondo si nos enseñamos a apreciarla a partir de las cosas más simples, aquello que nos rodea cotidianamente y que, con frecuencia, por la rutina de lo diario, no apreciamos en su justa dimensión.
Walt Whitman decía: Aprende de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros “Poetas Muertos”, te ayudarán a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros, los “Poetas Vivos”.