No, No soy Turco, ni Sirio, ni Árabe, mucho menos Talibán. Soy Mexico-Libanés. Mis raíces están en los Cedros Milenarios, esos que mencionan en la Biblia. Son mis antepasados los que inventaron el alfabeto, los que comerciaron por tierra y mar en todo el Mediterráneo, Fenicios Mercaderes que llevaban sus tintes, sus esencias, el oro de la India y el algodón de Egipto desde Britania hasta el Ganges. Tierra de Milagros que Jesús caminó. Tierra de Gente amable, hospitalaria, que encuentra en compartir la mesa, tregua y reconciliación de todos los conflictos. De ahí partieron Ellos, los inmigrantes, hacia América, surcando los mares como sus antepasados, sin importar a donde llegar pero con la certeza de querer formar un mejor porvenir, para ellos y para todos los que quedaban atrás. Así llegaron a Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela y por supuesto México. Este México maravilloso que los recibió con cariño de hermano, que les abrió las puertas y les permitió ser lo que mejor sabían ser, Gente de Bien, comerciantes que muchas veces sin saber leer o escribir, trabajaban jornadas enteras para poder alcanzar su Sueño, una vida mejor que la que habían dejado atrás, ofreciendo a cambio de lo que México les daba, sus propios hijos, para que integrados en la vida del país aportaran todo cuanto pudieran para enriquecer la cultura Mexicana. Y así lo hicieron, esos hijos de Inmigrantes Libaneses se convirtieron en Médicos, Poetas, Escritores, Periodistas, Actores, Arquitectos, Políticos, Empresarios, Deportistas, que han entregado su vida como pago a todo el Amor que México les ha dado. Gracias México por permitir que todos ellos encontraran en Tí un Hogar igual de cálido que el que dejaron atrás. Gracias México por tu tolerancia y respeto hacia las costumbres de los que de lejos llegaron. Gracias México por permitir que prosperaran y se volvieran, Uno contigo. Orgulloso pues de mis raíces, sirvan estas líneas como un pequeño Homenaje a los México-Libaneses que han honrado con sus vidas ejemplares de dedicación y esfuerzo
Coach y master Simón Libién Díaz González