Adultos
Ya no estamos en edad, de pedir perdón por decir la verdad, tampoco de disculparnos, por no querernos quedar. Estamos para gritar tan fuerte como podamos, con el afán de no quedarnos nada guardado. Ya no estamos para halagos y palabrería, ya no estamos para tener un trozo de carne entre las piernas, estamos para caricias y pláticas eternas, con… Adultos