«- Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza. – Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio. – Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan. – Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra. – Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad. – Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha. – Y seguiré gritando, aun cuando otros callen. – Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas. – Y transmitiré alivio, cuando vea dolor. – Y…
Leer másEtiqueta: Fausto Mucino
Cuando mueras…
Cuando mueras, no te preocupes por tu cuerpo… tus parientes, harán lo que sea necesario de acuerdo a sus posibilidades. Ellos te quitaran la ropa, Te van a lavar Te van a vestir Te van a sacar de tu casa y te llevarán a tu nueva dirección. Muchos vendrán a tu funeral a «despedirse». Algunos cancelarán compromisos y hasta faltarán al trabajo para ir a tu entierro. Tus pertenencias, hasta lo que no te gustaba prestar, serán vendidas, regaladas o quemadas. Tus llaves Tus herramientas Tus libros Tus cds Tus…
Leer másCuando comencé a amarme…
Esta imagen tiene 100 años. Es de Charles Chaplin a los 26 años. Se dice que escribió este poema, “As I began to love myself “, cuando tenía 70 años. Cuando me amé de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia, y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra…
Leer másUna reflexión de: «El maravilloso mago de Oz «
«—Sin embargo— dijo el Espantapájaros —Yo pediré un cerebro en lugar de un corazón, pues un tonto sin cerebro no sabría qué hacer con un corazón si tuviera uno—. —Yo tomaré el corazón— Respondió el hombre de hojalata, porque el cerebro no le hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo». – L. Frank Baum, El mago de Oz
Leer másCuando la tormenta pase…
Cuando la tormenta pase Y se amansen los caminos y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo. Con el corazón lloroso y el destino bendecido nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos. Y le daremos un abrazo al primer desconocido y alabaremos la suerte de conservar un amigo. Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos. Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido. Ya no tendremos desidia Seremos más compasivos. Valdrá más lo que es de todos Que lo jamas…
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