“Orador” fue el título que Marco Tulio Cicerón puso a su obra escrita en el año 46 a.C. Para satisfacer las inquietudes y preguntas de su alumno Brutus, sobre la importancia y complejidad de la comunicación de voz que normalmente debe hacer un orador, sea político o defensor jurídico de causas civiles o penales que normalmente se desarrollaban en el “Foro romano”, donde los jueces escuchaban a procesados, ofendidos y defensores de los imputados. Cicerón centra su estudio sobre las formas y contenidos del discurso, privilegiando en todos los casos…
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