Dejé de insistir donde no había lo que buscaba. Dejé de pedir con las manos cerradas. Dejé de esperar en sillas ocupadas. Deje de poner mis expectativas en personas ocupadas. Dejé de pretender que el otro entendiera. Dejé de poner los ojos y la esperanza en corazones que no querían latir al lado mío. Y entonces, magia. Magia. Volví a mi, como único destino posible. Volví a mi, como único camino disponible. Volví a mi, como el único reencuentro pendiente. Volví a mi y pude verme las costillas, los dolores…
Leer mássábado, noviembre 23, 2024
Entradas recientes
- Medio pan y un libro: El hambre del alma por saber"
- Muciño: huellas de un origen, ecos de la tierra y simbología ancestral
- El poder de quemar los barcos: Sin retorno, solo victoria
- Patatas fritas: La innovación que nació de la frustración
- El legado de Boulanger: el nacimiento de los restaurantes y la restauración del alma
